martes, 3 de febrero de 2015

Éramos muchos y parió la abuela: El chaleco adelgazante de Bolt, Benzema y el Real Madrid

Esta publicación es un adelanto de lo que viene (discúlpenme si he arruinado la primicia), lo último en control de peso y pérdida de grasa corporal; prepárense farmacias, estéticas y afines, o mejor dicho: vayan ahorrando, porque como es habitual, ESTA "NOVEDAD" NO ES NI GRATIS, NI ECONÓMICA (ni tan novedad).

¿Efectiva? pues eso ya no lo tengo muy claro (mentira si lo tengo). ¿De qué hablo? pues muy fácil, abran la edición del diario As del día de ayer 02/02/2015 y lo tendrán en primera página, a colores y resaltado: “El secreto de Karim (Benzema) es un CHALECOADELGAZANTE”. Si estimados y estimadas, como leen, un chaleco adelgazante; pero no como el chaleco que nos ponemos cuando se nos rompe el coche en plena autovía, tampoco como un chaleco salvavidas de los cruceros (aunque después de este titular seguro que el "chalequito" salva muchas vidas y bolsillos, sobre todo de los avispados), no; este es uno especial, utilizado por los atletas de la élite, como el mismísimo Usain Bolt, sin el cual -al parecer- no hubiera batido todas las marcas de velocidad del "mundo mundial", y como no, el mismísimo 9 del Real Madrid: Karim Benzema, que acorde con el citado artículo, sería el elemento "secreto" responsable de la extraordinaria forma física (incluyendo su cantidad de grasa) y altísimo rendimiento que demuestra partido tras partido el delantero francés, y así lo deja plasmado el reportero del rotativo: "El francés se machaca en su casa con esta nueva tecnología que se está poniendo de moda"; nótese el término clave -de moda- y adicionalmente un experto entrevistado añade: “Los chalecos de electroestimulación te ayudan a perder grasa y a ganar en masa muscular(...)Con este método llegas a fibras más profundas, a las que no alcanzas con un entrenamiento convencional. Te da ese plus que no logras con el entrenamiento de campo”(fin de la cita, no le vayan a hechar la bronca por lo que viene a continuación). Venga, que ya casi mejor que Florentino le de uno de estos (chalecos adelgazantes) a cada jugador del equipo blanco, a ver si este -finde- podemos con los colchoneros, y rezar para que Messi no se entere o ya apaguemos la luz (si vale, soy madridista, no pasa nada). 
Bueno señoras y señores, ahora sí, entremos en materia. Este tan sofisticado "chaleco" no es otra cosa que un dispositivo de electro estimulación neuromuscular o EENM, un pequeño aparato (no siempre) que consiste en unos electrodos (como los de las máquinas de electro cardiogramas) que una vez colocados en diversas partes del cuerpo, se aplica corriente eléctrica de diversa intensidad, indolora (a lo sumo sentimos como un hormigueo) que provoca una contracción involuntaria de la musculatura sometida a dicha corriente, con la justificación que de esta manera "imitamos" los procesos y efectos que ocurren en estos tejidos y en el organismo, con el "ejercicio convencional", eso si, sin ese sudor incómodo y porque no decirlo: los aburridos abdominales (ya esto parece de teletienda). Pues según los autores del artículo, al parecer, con unos minutos diairios de EENM podremos obtener los resultados y el estado de forma de Benzema (pregunto: ¿y si duermo con el que, CR7?). Esta técnica es también conocida en años anteriores (¿ah es que no había dicho que no es nada nuevo? Pues no lo es) como gimnasia pasiva y muchos otros nombres que se la han dado a estas maquinitas a lo largo de los años. De cuanto tiempo hablamos, pues les digo: ya en la literatura especializada (que no es precisamente el As), se reconoce la utilización de dispositivos de EENM para el mejoramiento de algunas aptitudes en el ámbito deportivo desde los años 70, cuando un señor ex-soviético (¡cuando no!) de apellido Kotz, logró incrementar la fuerza de ciertos músculos específicos en un grupo de deportistas tras la aplicación  de varias sesiones (19 específicamente) de EENM, y en honor a la verdad, hay diversas investigaciones que ponen de manifiesto una relación positiva entre el empleo de la técnica y la mejoría de aspectos deportivos, principalmente en la hipertrofia y fuerza muscular en atletas. Sin embargo, también es cierto, que aún con el avance de la tecnología, el desarrollo de modelos más modernos y sofisticados (con diversas polaridades, longitudes de onda, frecuencias y muchos chismes más, que no sería yo el más apropiado para explicarlo -cuidado si ya no la puse-), es abundante la controversia y el escepticismo de muchos sobre el tema, entre otras cosas, debido a la diversidad de variables utilizadas en las investigaciones y que tiene que ver con los parámetros de utilización de la EENM (tipo de corriente, tiempo e intensidad, protocolos sistematizados, escaso tamaño de las muestras o poco representativas), que han imposibilitado obtener resultados reproducibles, concluyentes y de consenso (es decir, que estén todos medianamente de acuerdo) en lo que respecta a la utilización de la EENM en el ámbito del rendimiento deportivo, en todo caso, las conclusiones de estos trabajos (suficientes para crearte un criterio) las podemos resumir en: 
  • Los resultados obtenidos con el empleo de EENM no han logrado evidenciar mejoras estadísticamente significativas, en ninguna de las variables estudiadas con respecto a el rendimiento deportivo, fuerza, salto vertical, velocidad y potencia en la mayoría de los protocólos de investigación puestos en marcha,  (Almenara y García, 2006; Sánchez y Pablos, 2002); y en el mejor de los casos, los resultados mas esperanzadores se obtienen cuando se aplica la terapia de forma localizada (grupo específicos de músculos) y/o combinándola con rutinas de entrenamiento "convencional" -por supuesto no al nivel que yo lo haría- considerando que esta sería una terapia ineficaz por si sola (EENM) en la búsqueda del mejor estado físico de los atletas (Herrero y col, 2006; Institute of Sport Science and Sport Informatic, German Sport University, 2011). Como conclusión central, se extrae que las mejoras obtenidas mediante terapia de EENM pura y dura (machacándonos en casa como Karim), no son significativamente superiores respecto al trabajo físico voluntario, de características similares  (Herrero y García- López, 2003; Herrero y col, 2007. Artículo de revisión). Dicho de otro modo, machacarte en un gimnasio, por ejemplo, aunque no siempre vayamos de forma completamente voluntaria. 
Entonces, como que aún sigue siendo IMPORTANTE eso de sudar la gota gorda, digo yo no. Caso contrario, ocurre con el uso de esta tecnología en el terreno de la rehabilitación, recuperación de las lesiones y la medicina deportiva (de donde de hecho proviene) en el cual los resultados son muy prometedores, faltando mucho por estudiar (para ambos casos). 
¿Y que pasa con la composición corporal?, ¿es verdad que usando este chaleco (o cualquier otro dispositivo de EENM) nos puede ayudar a: “(...)perder grasa corporal y ganar en masa muscular(…)” –citando al experto en cuestión-. Pues mucho me temo que en este ámbito el asunto es, incluso más complicado, entre otras cosas, porque hay muy pocos estudios que tengan como objetivo fundamental evaluar los cambios en la composición corporal con el uso EXCLUSIVO de EENM (al menos este servidor no ha logrado conseguir un número importante de investigaciones –serias- al respecto), y los pocos que hay, o son auspiciados por marcas de dispositivos o cadenas que ofrecen el servicio (por lo tanto no los puedo considerar como "estudios"), o evalúan la EENM junto a rutinas de entrenamientos “convencionales”, razón por la cual, resulta difícil aislar las variables y sus potenciales efectos (y relevancia de estos resultados) en la reducción de la grasa corporal total. Lo que si está claro, es que nunca, al menos hasta esta hora, podrán ser superiores a los efectos del ejercicio convencional (a diferentes intensidades), sobre todo porque es precisamente el ejercicio físico, el mejor “quemador de grasas” –y disculpen el término atrevido- conocido y avalado por la comunidad científica al día de hoy (prometo si me entero de otro comunicarlo con tiempo), sin mencionar el otro pilar: la importancia que para los atletas de élite (y para los no atletas) conlleva realizar un plan de alimentación estructurado, acorde con las exigencias a las cuales se someten día a día (en otras palabras, si Usaín Bolt comiera en Mc lo que sea, no serían suficientes todos los chalecos “quema grasas” que existen para que lograra tener la forma y condición física que lo ha llevado a ser la leyenda del deporte que es hoy), entonces quedamos en lo mismo: buena alimentación y ejercicio (ya les dije yo al principio que nada nuevo tenía esto).
En fin, que no quiero que me malinterpreten y tachen del anti EENM, nada más lejos de la realidad, basta con echar un vistazo a la literatura disponible para convencerse de sus beneficios y aplicaciones, tanto en la mejoría de distintos parámetros deportivos (siempre combinado con un adecuado entrenamiento, y ya que estamos, un correcto plan de alimentación), como en la recuperación post lesiones y rehabilitación. Pero al Cesar lo que es del Cesar, o me van a decir que en algún momento de la lectura del mencionado artículo (el del As), no les dio la impresión que el “chaleco quema grasas” viene con un tufito a franquicia (perdón, quise decir fragancia) mercantiloide; a que sí, de hecho, mientras redactaba este artículo, me gritaron que al lado acaban de abrir un “centro de control de peso” que ofrece el “Método BB (Benzema-Bolt)” para quemar grasa...bueno sí, lo admito, es mentira (lo del centro de control de peso, al menos hasta donde me alcanza la vista desde aquí), pero ¿por cuánto tiempo? Hala Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario